jueves, 23 de julio de 2009

Turismo

Esta es sin duda la mejor época del año para visitar Buenos Aires, cuando las ballenas empiezan a acercarse por el Río de La Plata dejándose ver desde el bajo, a la altura de la calle Córdoba. Ahora que el tiempo empieza a mejorar y los deshielos australes desbordan el cauce de la Avenida Juan B. Justo; cuando los gauchos inician la temporada de trabajo y puede vérselos revoleando lazos y voleadoras, el poncho al viento, por la Avenida Santa Fe arreando su tropillas sainas o alazanas rumbo al levante. Ahora que el trigo y la soja danzan con lentitud al compás del Pampero en los valdíos de la calle Vicente López, Arenales o Guido; y el ñandú -una suerte de avestruz local- poco a poco va apareciendo por la Plaza de Mayo, favorecido por ese clima hermoso que sólo tiene la Ciudad de Buenos Aires en esta época del año.

Qué maravilla cuando dan frutos los primeros cocoteros y los estudiantes se reúnen en las plazas a tomar mate y fumar fasito, bajo el vuelo armonioso de golondrinas, benteveos y tucanes; cuando los árboles de la Paternal se llenan de papayas, mandarinas, dátiles y piñas y en Retiro se desperezan ya los bolivianos más madrugadores. Cuando el Zonda trae desde el Parque Centenario un aire fresco y limpio, lleno de reminiscencias rollingas, las tardes de domingo; y anidan los camoatíes en los campanarios de algunos templos hugonotes; cuando en la ventana nos despierta el suave y melodioso canto del chajá.

Qué espectáculo irrepetible aquel de los arlequines -completamente de la cabeza- persiguiendo a los polichinelas por los tejados de Villa Crespo, con el propósito nada disimulado sino anunciado a gritos de “romperle el orto”.

Para esta época son frecuentes, asimismo, las “garufas” en los patios de tierra del Hotel Plaza o del Alvear, donde los payadores se turnan con orquestas de tango de primer nivel, y después del contrapunto, siempre amasijan un punto pa' amenizar la velada. Si uno hubiera trasnochado, incluso, puede tomar un “colectivo” a las cinco de la mañana para asomarse a la contemplación de una fauna única: llevan “camperas” (como llaman a sus chaquetas) de la firma del diseñador Saúl Ubaldini, una pequeña carterita de cuero bajo el brazo y el peine en el bolsillo trasero del pantalón o en el de la camisa, al lado del corazón. Se trata ni más ni menos que de los peronistas.

Una época ideal, créame, ahora que sobre los techos del Congreso se están derritiendo las últimas nieves y se desprenden cayendo en bloques sobre las aceras, pesados y peligrosos como frutos de araucaria, es cierto, pero no por ello menos bonito. (Es una excursión que gusta mucho los turistas aventureros. Suelen comprar el paquete Adventour, que incluye un viaje en tren a José C. Paz). Ahora que las vacas pastan en las veredas de Boedo, de Juan de Garay, de Chiclana, aprovechando la alfalfa que crece entre los adoquines de los barrios del sur ¡Una tierra tan rica! Parece mentira que esté como está. Aproveche el cambio, señora; yo no me lo pensaría. Una época ideal para visitar Buenos Aires


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5 comentarios:

GATO dijo...

"y en Retiro se desperezan ya los bolivianos más madrugadores". Poesía pura al estilo de Yupanqui, pero urbana.ets

Untal Alvarez dijo...

¿Parece mentira que esté como está? Usté es un optimista, Equilibrista. Y, además, siempre es "una época ideal para visitar Buenos Aires". Aproveche que este año hasta se encuentra a Racin Campeón y todo.

Ángeles dijo...

gato, te coronamos rey del cut&paste. El post me hizo gracia, mas que nada porque saltó el gorila en tu descripción mesquina del peronismo. esa cosa tan fea que tiene la clase media argentina...

Ostias! dijo...

No se confunda Angeles, gorilas eran los de antes!Buenísimo el texto.

J.B.M. dijo...

Ostias!, Gato, gracias por el cumplido.

A mi amigo el poeta hispano-quechua me gustaría recordarle las claras palabras de otro poeta y defensor de la identidad latinoamericana: "Para algunos todo es igual/ más yo no quiero a Racing (...)"

A Ángeles: si bien comparto tu apreciación con respecto a que GATO se ganó el título de rey del cutipaste, con la otra parte del comentario me desconcertaste por completo: No creí que la de los peronistas fuera la descripción más disparatada del texto. ¿O te jode porque la considerás certera? Todo se puede escribir o leer de más de un modo, Perón.