sábado, 8 de noviembre de 2008

¡Me preguntan cada cosa!


Antes que nada quiero contar que estoy muy contento con los comentarios que siguen generándose, que complementan y mejoran los textos y les aportan la pimienta de la polémica.
A mí me gustaba decir que me leían algunos familiares y amigos (dos), pero me temo que ahora son casi el doble. He perdido un lindo chiste.

Con respecto a la petición de Hollywoodencasa, debo reconocer que me llenó de alegría e irritación. De alegría porque me pareció que podía abrir un ciclo de textos originados en preguntas y respuestas, al estilo de las payadas criollas que podría hacerse divertido. Y de irritación por dos motivos. El primero, que no sólo ignoro el "verdadero origen" del tango de Discepolín, sino que tampoco conozco el falso. Es más: ignoraba que tuviera un origen más interesante que cualquier otro gotán. Pensé en contestar usando el método de los historiadores: un par de datos concretos y muchísima imaginación, pero asomó ahí el segundo motivo irritante:

El hecho de escribir por cuenta propia tiene -fundamentalmente- la ventaja de que no estoy en la obligación de agradar a nadie. Nadie me paga por estas notas, por lo que no tengo jefe, ni reglas, puedo hacer lo que quiera, mentir como un desgraciado, insultar a los amigos y elogiar a los enemigos, o -tan sólo- cagarme en to' lo que se menea, o incluso cagarme en Tolo, que se menea.

No vaya a creer, amigo hollywood (y dejeme que lo llame así, prescindiendo de su apellido, creo que a esta altura no le resultará un atrevimiento), no vaya a creer, le venía diciendo, que me ofende su pedido; más bien al contrario, me halaga. Pero no le haré caso, lo siento. No pierda la fe, amigo, si quiere siga insistiendo con este o con otros temas, quizá un día me digne a contestar. Y para que no se me ofenda, hollywood, puede tomar la nota que sigue como una sentida disculpa.

ADEMÁS:

¡Te hice saltar, flor de tu secreto!

¡Te recuperé, Jaime!

4 comentarios:

jaime dijo...

Escriba, escriba equilibrista. Nosotros siemre agradecidos

hollywoodencasa dijo...

no es que sea pedigueño ni muchos menos , pero recuerdo una anecdota fantastica de la marca de dulce de leche que el Equilibrista solia comer de purrete en algun lugar apartado de la ahora llammada "ciudad autonoma de Buenos Aires" la recuerda Maestro?? ilustrenos por favor creo que vale la pena.

la flor de tu secreto dijo...

Pero, si el saltimbanqui aquí es usted.
¿O no?, Señor Equilibrista…
¿Habrá entonces sido errónea
la lectura que mi alma bella
otorga a la evidencia musical
de sus palabras?

Y por cierto:
Cuando escribí aquel primer comentario
a su epílogo
pensaba yo que usted se estaba yendo,
me alegra saber
que a partir de una seguidilla de acotaciones
-que bien lo han detenido en su partida-
está usted escribiendo con más asiduidad,
y me alegra aún más,
saber que le reclaman
declamando escritura.

la flor de tu secreto dijo...

Además:

aquí le adjunto unos versos
de aquel
deslumbrante conversador
de nuestra literatura argentina:

“-Todo es posible. ¿Por qué no podría ser por rosas engañada la muerte?
-¿No conocéis algún otro verso del mismo escritor?
-No es escritor.
Es un hombre de fe inmensa;
según dícese,
para él todo es alma y nada es muerte.
Rara vez compone algún verso.
No cree en el valor de la literatura propia ni ajena
y es tan pobre el poder de la literatura – dice-
que la mejor no vale sino
para disfrutarla en tertulia, en condiciones,
en circunstancias.”

Adriana Buenos Aires.