viernes, 31 de octubre de 2008

en voz baja

Estaba por públicar una entrada y me encuentro con otro comentario de Unverto, así que aprovecho para agradecerle a él y a los demás comentaristas, que salvo el caso de holliwood en casa, creo que deben ser el propio Unverto adoptando otras personalidades.
También contaré que me alegró mucho ver que se ha ido generando una serie de acotaciones y comentarios de los más divertidos, emotivos e interesantes, mucho más de las tres cosas que las notas que los originaron. Y por mucho que Unverto se queje, yo me doy por muy bien pagado.
Nada más, muchas gracias, dice el equilibrista. Después mira para ambos lados y se aplaude él solo, efusivamente.

1 comentario:

la flor de tu secreto dijo...

A propósito de ciertos propósitos, y de otras tantos despropósitos,
debo decirle al equilibrista,
que por supuesto ya bien sabe,
yo no soy Unverto,
a Unverto, que no supongo sepa,
lo mucho que yo que en vivo,
en directo, en diferido
y virtualmente he alentado ya al autor,
al comentarista que prefiere guardarse bajo el anonimato,
que comparto con él
el acierto de sus declaraciones puesto que si mal no interpreto,
tan solo está diciendo que la perseverancia trae buena ventura,
y al equilibrista, otra vez,
que aproveche de los cumplidos
que le hacen gracia,
que abandone a esa su tan querida
y aguerrida compañera la delgada cuerda floja;
y que más bien ejercite el arte
del equilibrio
tan solo para ganarse el pan de vuestros días
haciendo sonar las cuerdas de
aquella otra,
su bella guitarra de antaño, sobre la pluma de sus dedos.
Escriba relatos,
cuentos y novelas,
haga circularlos por entre los suyos,
pero sobre todo por quienes hoy lo desconocen.
Que los versos de su música le devuelvan prosperidad.
A por ella,
y hasta la victoria siempre.
Me despido sin más
deseándole a todos
muy buena Fortuna.